" (...) Una vez más, la solución a un problema global ha generado el mismo tipo habitual de diferencias entre países industrializados y en desarrollo, ya que no se ponen de acuerdo sobre cómo distribuir la reducción de emisiones de gases contaminantes que producen el efecto invernadero.
Además, los países menos desarrollados quieren que los más ricos contribuyan con elevada financiación a sus esfuerzos por reducir esas emisiones, fundamentalmente de dióxido de carbono (...)
A todos les sugirió que “en vez de estar pidiéndose concesiones unos a otros, vean la manera en que pueden contribuir a un bien mayor. Un acuerdo exitoso en Copenhague significará más prosperidad, seguridad y equidad para todos”.