DERECHO GLOBAL Headline Animator

19 may 2010

Jornadas organizadas por EL PAÍS: realidad económica de Brasil

A continuación algunos apartes de entrevistas e intervenciones de Lula:

"El lulismo, si es que existe, hunde sus raíces en el sindicalismo, la lucha como presión y el acuerdo como respuesta. "El llamado mundo desarrollado tiene que comprender que la geopolítica ha cambiado. La democratización de África y el crecimiento de países como China, India y algunos de América del Sur sugiere una nueva dimensión. Yo no quiero la guerra, soy un hombre de diálogo, y en la cuestión nuclear Brasil tiene una política muy definida. Quiero agotar hasta el último minuto las posibilidades de un pacto con el presidente de Irán para que pueda seguir enriqueciendo uranio, teniendo nosotros la tranquilidad de que sólo lo va a utilizar para fines pacíficos. Mi límite son las decisiones de la ONU, a la que, por cierto, pretendo cambiar porque tal y como está representa muy poco. ¿Por qué Brasil no es miembro del Consejo de Seguridad? ¿Por qué no lo es India? ¿Por qué no hay ningún Estado africano? Si la ONU continúa así de débil, sin representatividad, con países con derecho de veto, nunca va a servir correctamente al gobierno global que se necesita"*(1).
"La economía brasileña es sólida porque la sociedad es sólida y participa en el mercado". Y un aviso: "Brasil ha aprendido a ser serio y ha entrado en un camino sin retorno. Vengo a pedir a los empresarios españoles que inviertan en Brasil, pero ha llegado el momento de que los brasileños inviertan en España". Esa manifiesta seriedad ha dado pie a vaticinios del presidente: "Brasil se transformará en una gran potencia. Está claro que nuestros números son sólidos y que queremos ser un actor global". Un actor no sólo económico, como se entrevé en sus palabras. Aquí ha lanzado un mensaje al orden mundial que quedó tras la Segunda Guerra Mundial, concretamente al Consejo de Seguridad -órgano decisorio por excelencia al que aspira Brasil-, inamovible desde 1945: "Quien está sentado en un sillón no quiere cambios. Hay a quien conviene que Naciones Unidas sea una institución débil"*(2).

No hay comentarios:

Publicar un comentario